De las cosas que sólo yo podré comprender

    Llueve.  La lluvia a través de la ventana, se ve tan suave y sublime, tan característica de días como este y aquel. Contemplo esa lluvia, es la lluvia que contemplas con los ojos bien abiertos.  Hoy la lluvia tiene el mismo aroma de aquella vez. Lluvia que me hace pensarte, me hace añorarte.  El cielo parece llamarte tormenta, pero como aquel día nunca llegas. Pareciera repetirse el escenario pero esta vez sin personajes. Hoy no hay lagrimas de desesperación. Tampoco hay hoy suplicas ni imposibles. Hoy como ayer mejor me voy.

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